Las virtudes del jugador de poker
20.08.2012 16:52
LA PACIENCIA
La paciencia en el póquer tiene muchos significados:
- Esperar buenas manos de inicio (guiarse estrictamente por las tablas de manos)
- Esperar la ganancia de un bote/pozo. El que no haya ganado hace mucho tiempo un bote/pozo, entonces a lo mejor es propenso a quedarse también en malas condiciones en el flop o más tiempo en la mano
- Tener paciencia cuando uno avanza en los límites. Uno no debería ponerse bajo presión artificialmente, sino avanzar con la gestión del bankroll como ya lo hemos explicado
LA DISCIPLINA
El éxito en el póquer está conectado muy de cerca a la disciplina en el cumplimiento de la gestión del bankroll, la gestión del tiempo y el estudio disciplinado de la teoría. La disciplina también se necesita para el cumplimiento de los principios estratégicos de la mano, aunque uno quiera dejar correr libremente sus emociones y deseos.
LA TRANQUILIDAD
Quien aprende a tomar con tranquilidad los bad beats (mala suerte en una mano), los downswings (malas rachas) y las derrotas, y aceptar como necesaria esa parte del juego y/o el destino inevitable, está en la mejor posición para llegar a ser un campeón. Aquél que no conoce la molestia, frustración y desánimo, siempre tiene clara la cabeza y todos los sentidos controlados.
LA DEDICACIÓN
El que ya haya trabajado con todos los libros importantes del póquer, que los lea entonces una segunda vez y (mejor incluso) hasta una tercera.
LA OBJETIVIDAD (LA AUTOCRÍTICA)
Cuando uno comienza a descansar, llega al estancamiento. También los jugadores buenos tienen "leaks" (defectos) diversos, que hay que corregir. La aspiración a la perfección te hace un maestro en toda regla. El PokerTracker es una buena herramienta para descubrir las debilidades. A la objetividad también nos referimos con reconocer a qué límite pertenece uno realmente.
EL OPTIMISMO SANO, EL CORAJE
Por otra parte, el póquer es un tipo de pelea entre ganadores y perdedores. Los faroles rentables y las apuestas por valor realizadas de forma valiente pertenecen al repertorio del que sabe jugar bien. El miedo permanente que un jugador pueda tener a que otro tenga la mejor mano (las nuts) paraliza el juego. Aquel jugador que juegue de forma desanimada y cobarde, nunca llegará a desarrollar un estilo tight-agressive (agresivo-selectivo) idóneo.
LA MENTE DE DEPORTISTA
Uno debería ser un buen perdedor. Sólo entonces no se verá afectado por los bad beats y no se nublarán sus sentidos por los pensamientos de venganza. Al final es también una cuestión de estilo y saber comportarse. Lo peor que se puede ver es a un jugador que insulta a sus contrincantes.
EL BUEN SENTIDO FINANCIERO
Solamente el respeto hacia el dinero y el cumplimiento rígido de la gestión del bankroll otorgan el éxito en el póquer. Los jugadores compulsivos y los viciosos no tienen control económico y por eso son nuestros clientes.
LA HABILIDAD DE CONCENTRACIÓN
Algunas veces hay que tomar decisiones de alta complejidad. Eso solamente lo puede lograr aquel que de verdad está metido en lo que está pasando. Si uno tiró su mano de inicio, no debería de bajar la concentración. Ahora lo que le queda es observar lo que hacen sus oponentes. El arte consiste en continuar concentrado después de cuatro horas, activamente, en lo que está pasando. Si uno no lo puede cumplir, hay que hacer una pausa.
CONTROL DE LOS NERVIOS
Cuando el bote/pozo se hace muy grande es cuando a más de a uno le dominan los nervios. Lo mejor en ese caso es sentir las situaciones de tensión no como un peligro, sino como un estímulo.
LA MODESTIA, LA HUMILDAD
Muchos profesionales tienen una sola cosa en común: se volvieron humildes a causa de la cantidad de downswings ya vividos. En las fases de éxito, saben que la próxima mala racha está ya esperando en la próxima esquina. Uno debería, especialmente al comienzo de su carrera, no dejarse engañar nunca por el éxito rápido y correr el peligro de convertirse en un arrogante.